jueves, 24 de noviembre de 2011

25 Años de Montevideo Rock I, LA ERA DEL CASSETTE (segunda y última parte)


TRECE - Deben haber pasado miles de otras cosas durante todo el año 1986. Entre ellas, el premio Nobel de la Paz para Desmond Tutu en una Sudáfrica aún con el apartheid en firme y Ronald Reagan y su Irangate. Pero yo me acuerdo de algo por sobre todos los acontecimientos: el Mundial 1986, con Borrás y Ruben Paz sentado en el banco. Con Alzamendi y el gol a los alemanes. Con la humillación a la que nos sometió Dinamarca y aquel 6 a 1... Me acuerdo de las tardes perdidas frente al televisor y la sombra intrusa que se estampaba en el césped del Estadio Azteca en las trasmisiones que ofrecían a un Diego Armando único, imparable, endiabladamente genial e inigualable.

CATORCE – Estamos en el Sábado 22. El hombre sube con una máscara que recorta su pelada y corona ese cuerpo de yonqui en medio de la escapatoria imposible de las agujas. Luca Prodan es el front man de una aplanadora musical que es mucho más que una banda de rock en medio de aquellos años de plástico y post-punkies: es una mezcla musical sin claros límites estilísticos definidos, con ásperos vértices musicales y distorsiones, spanglish y gaitas, reggae esponjoso y letras surrealistas. Sumo es lo mejor del festival. Y nadie queda indiferente.

QUINCE - El tipo se llamaba Walter Di Giusti. Asesinó el 7 de Noviembre de 1986 a la abuela y la tía de Fito Páez. El rosarino sube al escenario de Montevideo quince días después. Balbucea algo así como: “me siento medio raro” y estrena la inédita “Ciudad de pobres corazones”. Es un show brutal. Es un Fito al borde y que se transforma en un nuevo Páez, oscuro y visceral, anfetamínico y apocalíptico, envuelto en una performance removedora y emotiva.


DIECISEIS -
Eran los únicos que podían dar un broche de oro a este ascedente sprint final del sábado. Amparados en una bien ganada credibilidad de hortodoxia rockera a prueba de modas y caídas en desgracia circunstanciales, Los Estómagos aguijonean a la multitud con el pogo solitario de Peluffo y la muralla sonora de la guitarra de Parodi. Su militancia rockera dicta sentencia de inmediato y la misa pagana se promulga bajo el coro de “Fuera de Control” o “ Cambalache”. “Quiero morir esta noche” gritamos con más vida y energía por delante que nunca.

DIECISIETE - En abril, los tupamaros solicitaron formalmente ingresar al Frente Amplio. Mientras en la coalición se lo pensaban, el domingo 23 de Noviembre, Guerrilla Urbana y su tema “Razzia” ganan el concurso impulsado por la IMM como mejor grupo de rock y mejor canción inédita. El intendente Jorge Elizalde es abucheado al momento de subir a entregarles el reconocimiento.

DIECIOCHO - Toca La Tabaré y, sobre todo, es una tarde heavy con momentos ruidosos y memorables por parte de Acido, Cross, Alvacast… No recuerdo haberlo visto en persona, pero la mitología urbana cuenta que alguien amenazó desde el escenario con tirar abajo la torre del sonidista argentino si no mejoraban las condiciones para nuestras huestes metaleras. Abriéndose la noche, es el tiempo para el pop de ambas orillas con una sólida presentación de Zero amparado en su hit “Riga” y del profesionalismo impecable pero gélido de GIT. Otra leyenda cuenta que Willi Iturry termina a golpes con su stage manager.

DIECINUEVE - Hago entrevistas para la revista que me contrató. Entrevistas que nunca publicaré porque la publicación quebraría. Ricardo Musso, guitarrista del Cuarteto de Nos consultado sobre el futuro responde: “El futuro está atrás”.

VEINTE - “Estamos mal /Estamos Mal /Estoy aburrido”, canta Neoh 23 en algún lugar y retumba en todo el país. Un estudio oficial arroja que el 75% de los adolescente de no se sabe qué liceo escuchan rock nacional. Berch y Aram Rupenián, Radio Mundo, el hoy diputado Abel Duarte y su Musicalisimo y la movida tropical siempre firme -que aún no paría a la nueva generación como Karibe con K, entre otros- lo ignoraban olímpicamente o se hacían cargo de mostrarnos otra realidad, otro Uruguay joven tan o más real y “silenciosamente” activo que nunca puso un pie en la Rural rockera.

VEINTIUNO - Oscar Larroca fue prohibido en una exposición en la Intendencia Municipal de Montevideo. Los rockeros no entendemos (casi) nada de arte pero nos cae simpático. Larroca habla del rock local en la prensa de la época: “Lo que dificulta la imagen del rock son las roscas comerciales que hay detrás”.

VEINTIDOS - Gustavo Verdesio, con sus intensidad académica imbatible a cuestas, escribe: “No podemos dar la espalda a estos jóvenes, apocalípticamente, ubicándonos en u inmerecido pedestal, desde el cual impartimos dudosa cátedra. Es necesario investigar las causas de este fenómeno en lugar de condenarlo, comprender y no negar, en suma: adoptar una actitud lo mas científica posible”.

VEINTITRES - Cocacola y rock and roll. El underground siendo parte del sistema como siempre y sin darnos cuenta. La ingenuidad a flor de piel. El esfuerzo y encanto amateur frente al profesionalismo cruel. La juventud egoísta y ciega a flor de piel y el placer de la ignorancia de no aceptar que había que equivocarse y caerse mil veces para seguir avanzando. Mata a tus padres. Lo quiero todo y lo quiero ya. Que me pisen-estamos mal-fuera de control-no estoy loco-bailando en la oscuridad-quiero puré. El no future que en realidad será un futuro más o menos nuestro o ajeno o en manos de otros y qué más da. La inigualable sensación de libertad a pesar de todo y de todos. Me quiero ir y me quiero quedar, no aguanto más viviendo en Uruguay. Eso, tanto y tan poco fue, también, Montevideo Rock I. Tanto y tan poco: nada más.


VEINTICUATRO -
Juan Casanova lleva una barba liviana y la misma campera beige que vestía en el Teatro de Verano unos días atrás, cuando tuvo que escapar entre la multitud tras cantar algunos de los temas excluídos y censurados del “Montevideo Agoniza”. Estamos en un baño haciendo, entre otras actividades, una entrevista. Nos sentimos parte de la historia. Parte de algo. Parte del comienzo de un final. Juan tiene un carisma inquietante. Dice sus canciones con una mezcla perfecta y explosiva de elegancia, desprecio, furia y resentimiento. Nattero es como un Mick Jones vernáculo, a veces cristalino en sus riffs, a veces sucio y barriobajero. Dana y Bourdillón son la base rítimica perfecta del nihilismo cerril hecho banda post punk. Sus canciones son cápsulas de tres minutos que impactan en el centro del cerebro adolescente y juvenil de aquellos días con una efectividad milimétrica. Su presentación, en duda tras los incidentes del show en el Teatro de Verano del 24 de Octubre, cierra Montevideo Rock con una certeza brutal: son un grupo de individuos en el momento y el lugar perfecto, unidos por un momento único de ebullición creativa, caminando entre el caos y la gloria efímera, al borde de un precipicio artístico y sin red, en medio de un entorno hostil y perplejo. Artísticamente, probablemente, disfrutamos de un grupo y un show en su mejor momento, en su estado ideal de primitivismo, ingenuidad y mayor pureza.

VEINTICINCO - Entrevista a Rosana, 14 años en Noviembre de 1986
- ¿Trabajás o estudiás?
- “No hago nada.”
- ¿Por qué viniste a Montevideo Rock?
- ….
- ¿De donde sos?
- “De Pando”
- ¿Qué perspectivas tenés del evento?
- “Nada”
- ¿Y de tu futuro?
- “Nada”.-

5 comentarios:

  1. Lindos recuerdos Tabaré. El haber podido ver a Sumo pocos días antes de que muriera fue inolvidable. Esa imagen de él con la petaca en la cabeza que pude tomar en blanco y negro ya es un ícono para mí.
    Bueno un abrazo grande.

    Marcel

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  2. Casi imperceptible para mi, dejo una huella, tenia 14 años y recuerdo a La Torre, A Luca a El Cuarteto.Calculo que fue a partir de ese momento que se grabo en mi el sonido del rock and roll.

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  3. El Luca tiraba peines al público y a mi unos me metieron una navaja en la cara pa' quitarme el sitio privilegiado que tenía para ver la banda !!! me lo vi igual tirándole terrones de tierra al navajero durante el toque jajaja que recuerdos!!

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  4. me acuerdo de sumo, tenía 16 años, estaba frente al escenario, me partió el pecho, eran un monton de musicos en el escenario, el pelado descalzo sin remera, en una le tiran algo y se quería bajar a pelear con unos metaleros que estaban espesos "me bajo y te rompo" encajó, que grande el luca!

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